Con frecuencia me encuentro con personas inteligentes que tienen baja autoestima. Personas que uno nunca esperaría, con excelentes empleos y un alto estatus social.
Las personas con baja autoestima tienden a tener una visión negativa de sí mismas y de sus habilidades. A menudo luchan con la inseguridad, se sienten indignas o inadecuadas, y pueden ser excesivamente críticas con sus acciones o apariencia. Esto puede llevar a dificultades en las relaciones, a evitar desafíos y una tendencia a buscar reafirmación excesiva por parte de los demás.
La baja autoestima puede tener diversas causas, incluyendo experiencias en la infancia (como críticas, negligencia o abuso), comparaciones sociales, traumas o fracasos persistentes. Puede manifestarse como ansiedad, depresión, perfeccionismo o resistencia a la autoafirmación. Recientemente he trabajado con personas que han tenido baja autoestima desde la infancia. Hubo un caso en el que esta persona nunca había tenido autoestima y sentía el vacío. Mientras trabajábamos en ello, descubrimos que se originaba desde el momento del nacimiento. Afortunadamente, pudimos abordarlo con facilidad. Ahora esta persona se siente increíblemente mejor y dice que incluso su cuerpo físico ha cambiado, tanto en postura como en su autopercepción.
Mejorar la autoestima típicamente implica desarrollar autoconciencia, cuestionar creencias negativas, cultivar la autocompasión y establecer metas pequeñas y alcanzables para fomentar un sentido de competencia y valía. ¿Qué opinas sobre este tema?
Yo soy la fuerza de la vida y tú también.

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