Los cambios son inevitables en nosotros y en todo lo que nos rodea, seamos conscientes o no. Si nos observamos con atención los veremos en todo lo que hacemos, pensamos y sentimos. Cambiar es evolucionar. Cambiamos para expandir el conocimiento, la creatividad, la tecnología y toda nuestra vida en general.  

Nuestro cuerpo físico está en constante cambio desde que nacemos hasta que morimos. Nos damos más cuenta en las primeras y últimas dos décadas de la vida. Si nos permitimos mirar veremos el cuerpo emocional y mental cambiar constantemente. Somos energía en movimiento. El planeta en el que vivimos es movimiento y cambio y nosotros también. Aquellos que se aferran a sus vidas rutinarias, si se paran a pensar se darán cuenta que todo está cambiando en ellos y en su alrededor.  

Para los que se preguntan si lo que vinimos a hacer puede ir cambiando según vamos experimentando la existencia: la respuesta está en el corazón de cada individuo, porque solo él sabe el proyecto que ha venido a realizar. Nadie puede aconsejar a nadie sobre esto, y por eso es tan importante conocerse a sí mismo. Preguntarse muchas veces: ¿quién soy? Cuando ya sepas quién eres, la siguiente pregunta es: ¿qué vine a hacer a este planeta? Cuando vas a lo más profundo de ti, te encuentras. Y ahí está toda la información. 

Yo Soy la fuerza de la vida y tú también.

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