image of coach speaking with client, notepad in hand, seated on sofas.. Photography by Polina Zimmerman

Coaching

¿Sientes que algo te frena? Tal vez sabes lo que hay que hacer, pero tienes dificultades para hacerlo. Tal vez no tienes idea y agradecerías alguna orientación.

Mi propósito es ayudar a las personas a través del coaching, facilitando un cambio positivo en sus vidas y viendo su tremendo sentimiento de alegría a medida que alcanzan sus metas.

Amo y sirvo a los demás, ayudándoles a eliminar los bloqueos y obstáculos que los detienen y a aprender cómo pueden hacerlo por sí mismos.

Para ayudarte a sentirte mejor

Te ayudaré a sobreponerte del estrés, ansiedad y falta de autoestima. Te prestaré mi ayuda en tus problemas de salud y emocionales, ofreciéndote el apoyo que necesites para tu desarrollo personal.

Con frecuencia buscamos las razones de nuestro malestar en las señales físicas; acudimos por ello a la medicina y desatendemos el principal motor de nuestro bienestar: la autorrealización y la reducción del estrés emocional. A estos dos fines sirven el crecimiento en el desarrollo personal en el que pretendo acompañarte, mejorando la conciencia que tenemos de nosotros mismos y de nuestra identidad, impulsando tus potenciales y el desarrollo de habilidades en la administración de tu tiempo, la comunicación, el emprendimiento, el liderazgo y la calidad de vida tanto física como emocional.

 

Ofrezco coaching presencial, por teléfono y online.

Reserva tu consulta gratuita de 20 minutos para obtener más información y descubrir si Adelita es el coach para ti.

 

La experiencia de Julie

“Adelita es una señora muy pequeñita, casi del tamaño que te cabe en un bolsillo, perfecto para llevarla contigo guiándote constantemente a través del campo de minas que es la vida, como un pequeño compás moral……aunque lo que le falta en altura lo compensa en sabiduría gigantesca.
Tiene una capacidad de ayuda inmensa, de apoyo y conocimiento, su truco es de no dirigir, lo que ella hace es darte los trucos y herramientas, para que el vagabundo busque sus propias metas, siga sus propias señales, forzándole a uno a negociar su camino, enfrentarse con sus propios demonios, ser testigo de los milagros que les rodean y apreciarlo. Aprender por tí mismo que tienes el poder de ser el navegador y creador de tu propia vida maravillosa. Estaré eternamente agradecida que, al encontrar a Adelita, me encontré a mí misma.»