Saludos y deseos de bienestar

La mayoría de la gente habla de la envidia sin darse cuenta del impacto que puede tener en quienes la padecen como receptores. La envidia es una energía peligrosa. Puede enfermar a la gente. Desafortunadamente, rara vez se piensa en la causa del problema.

Las personas sanas de repente se volvieron incapaces de funcionar físicamente y tenían que estar en cama. Las recetas médicas no surtieron efecto y no sabían qué hacer. Entonces, recurrieron a la curación holística. Encontramos que el problema fue creado por la energía de la envidia. Tan pronto como nos ocupamos de eso, volvieron a la normalidad. Sin embargo, podemos llevar malestares, dolores y molestias que también pueden ser por envidia. He tratado a personas que sufrieron dolores durante años hasta que ocurrió algo más que se sumó a esos dolores. Al hacer que los revisaran, encontramos energía de envidia en la raíz del problema.

La envidia suele provenir de miembros de la familia, compañeros, amigos o conocidos. La mayoría de las veces, aquellos que sienten envidia no son conscientes de que están enviando esos sentimientos a quien sienten envidia. La envidia está lejos de la bondad, la generosidad o el amor incondicional. La envidia es hiriente y, a menudo, aquellos que tienen esa energía en ellos no son conscientes del dolor que pueden causar.

¿Has sufrido los efectos de que la gente tenga envidia de ti o de lo que tienes? ¿Eres de los que envidia lo que tienen o son los demás? ¿Tienes envidia de la felicidad de los demás? Revisa tus sentimientos, puede que dejes de sufrir mucho. Y recuerda, cualquier cosa que enviemos la recibiremos de una forma u otra: pero volverá más fuerte.

Deseándote paz y amor, libre de envidia y miedo.

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