
Saludos y mejores deseos
Hemos lidiado con el miedo y el poder. Ahora, ¿qué hay del juicio y la crítica? Hay tanto sufrimiento y estrés debido a juzgar a los demás y ser juzgado. Si observamos a nuestro alrededor, nos sorprenderemos de lo que oímos y vemos y de lo que pensamos y hacemos. Sin embargo, nunca conoceremos todas las consecuencias de juzgar a menos que lo suframos nosotros mismos.
El juicio proviene de nuestra percepción de la vida. Nos basamos en que nuestra manera de hacer las cosas es la única manera correcta o buena. Creemos que hay algo mal en todas las otras formas. La gente está lista para juzgar como un comportamiento social normal. Ellos no piensan nada de eso. He trabajado con personas que tenían grandes problemas en la vida debido al juicio que tenían de sus padres. (En mi libro “Mi Despertar a Mí Mismo” encontrarás un capítulo sobre el juicio).
¿Te juzgas a ti mismo? ¿Juzgas a los demás? ¿Otros te juzgan? ¿Que hace? ¿Cómo te hace sentir eso? Si no es agradable, ¿harías que los demás se sintieran así juzgándolos/criticándolos? Has pensado sobre eso? Observa cómo la mente pequeña te usa para juzgar y, de esa manera, te mantiene dormido. Este es un tiempo para despertar. Despierta la gran mente que hay en ti.
No tenemos derecho a juzgar a nadie, y menos a nosotros mismos. Si nos encontramos en esta situación, debemos reflexionar sobre lo que nos trajo allí. ¿Por qué lo estamos haciendo? ¿Qué sentimientos estamos siguiendo? Haciendo preguntas llegamos al punto. Luego, tomamos decisiones sobre qué camino seguir. Una cosa para recordar es que todos somos UNO. Cada vez que juzgamos a otra persona, nos estamos juzgando a nosotros mismos. La energía no es tangible. No podemos verlo. Sin embargo, está trabajando en todos nosotros al mismo tiempo. Algunos pueden sentirlo, otros no. En este momento, estamos viviendo un momento en el que es muy importante, más que nunca, ser conscientes de lo que hacemos con nosotros mismos y con los demás a través del juicio.
Vayamos a nuestro interior y comprobemos dónde estamos con lo que pensamos, sentimos y hacemos, porque seremos receptores de las consecuencias que puedan tener para nosotros y para los demás. Juzgar y criticar son energías negativas que causan daño al emisor y al receptor por igual. Valdría la pena reflexionar sobre esto y hacer los cambios necesarios para traer amor y armonía a nosotros mismos y al mundo.
Te deseo paz, amor y empoderamiento, libre de miedo y juicio.
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