
Cuando la rutina nos aplasta. Cuando un compañero nos ofende. Cuando nos encontramos en una encrucijada. Dos minutos de relajo nos hace volver a nuestro centro, a nuestro “ahora”.
Escuchemos el canto de la primavera y dejémosle llegar a lo más profundo en nosotros, donde guardamos lo más puro de nuestra existencia, para que nos despierte a nuestro estado natural de belleza sin igual.
MORE ARTICLES
Río Nilo
Creo que cuando estamos en nuestro centro y escuchamos con atención, los elementos pueden...
La Esfinge
La semana pasada dije que les contaría más sobre Egipto. El problema es, ¿por dónde empiezo?...
Egipto
Saludos desde Egipto. Un país lleno de maravillas, difícil verlas todas en unos días. Te cuento...
Soledad
La soledad que sentimos porque creemos que no somos amados o porque no tenemos una pareja que nos...
Nuestro mundo lineal
Ya vivimos en un mundo lineal, por lo que si lo mantenemos y lo reforzamos, permanecemos...
Comprobando nuestros hábitos
Por primera vez en semanas puedo ver un cielo azul claro, una media luna, un avión volando alto y...
La duodécima noche
Para todos los que celebráis hoy vuestro cumpleaños, os deseo lo mejor que el Universo os pueda...
Dejando atrás otro año
Cuando vemos lo que no nos gusta en los demás, es hora de mirar hacia adentro y comprobar si lo...
silencio exterior
Hoy viajo a un lugar de montañas muy altas para estar una semana en silencio. Allí estoy aislada...