Saludos y mejores deseos.

Se ha escrito y hablado mucho sobre el perdón y se ha hecho mucho para llevarlo a la gente. Siempre es fácil decirle a los demás que perdonen, pero es más difícil digerirlo y hacerlo uno mismo. A veces se necesita ayuda para procesarlo.

La mayoría de nosotros probablemente hemos tenido experiencias en las que nos lastimaron de una forma u otra y pensamos que alguien era la causa de ello. El dolor que sufrimos fue devastador. Y el recuerdo de ello se queda con nosotros. Eso es lo que duele ahora: el recuerdo de ello. Y eso es lo que nos impide perdonar. Al mantener vivo el recuerdo mantenemos vivo el dolor y lo aumentamos.

Todos somos seres universales. Estamos hechos de la misma energía. Sí, somos pura energía. ¿Se te ha ocurrido que tú has creado esa situación? No ahora, sino incluso antes de que vinieras al planeta. Somos cocreadores de nuestras vidas, lo creamos o no. Nuestras creencias no van a cambiar este hecho universal. Veamos el resultado positivo de la situación. ¿Qué has aprendido del incidente? Siempre hay lecciones que aprender en cada situación de nuestras vidas. Depende de nosotros verlos y aprender de ellos o jugar el juego de víctima y agresor y seguir ignorando lo que está justo en frente de nosotros.

Nos beneficiaría a todos si revisáramos dentro de nosotros mismos y nos diéramos cuenta de quiénes somos y quiénes son todos. Entonces, veríamos que todos somos UNO. Todo lo que deseamos para los demás vendrá a nosotros. Ese sentimiento contra quien nos hizo o dijo algo nos está haciendo daño a nosotros, no a ellos. Sí, ellos sentirán el impacto de nuestros pensamientos y sentimientos, pero los que recibirán el golpe más grande seremos NOSOTROS. Cuando perdonamos, hay un sentimiento de alivio. Es como si alguien nos hubiera quitado un gran peso de encima. Nos sentimos libres y en paz. El perdón es una bendición.

He ayudado a personas que estaban heridas y al perdonar se han curado a sí mismas. Al no perdonar nos hacemos daño a nosotros mismos y al mundo. El dolor se vuelve crónico y terminará siendo una enfermedad. Recuerda: cualquier cosa que pensemos se manifestará en nosotros y en otros que pueden captar nuestra longitud de onda, nuestra salida vibratoria.

¿Cómo quieres ver el mundo? ¿Quieres ayudar a que sea maravilloso para todos nosotros? Comienza por perdonarte a ti mismo; entonces será más fácil perdonar a los demás. Ten presente: lo que te haces a ti mismo, lo haces al mundo; y todo lo que hagas a los demás y al mundo te lo haces a ti mismo. La decisión es tuya.

Te deseo amor, paz, libertad y alegría.

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