Hablaba en mi post anterior de cómo es bueno estar abiertos para poder llegar lejos con nuestra imaginación.
Es interesante observar lo opuesto. Se puede tener imaginación, pero si está cerrada a llave, ¿a quién sirve? Es como el inventor que tiene muy buenas ideas, pero no hace nada con ellas. Se quedan en la nada. Esto me lleva a pensar en aquellos que no pueden expresar sus sentimientos. Puede ser doloroso tener tantas cosas dentro y no poder o saber como usarlas. El muro que sienten es más poderoso que su propia voluntad.
Si te encuentras en alguna de estas situaciones, mira a ver cómo está tu cuerpo mental. Quizá creas que está bien y que tienes todo bajo control. Seguro que lo tienes para ti, pero desde afuera se siente un muro distante e incomprensible, difícil de entender para los que te rodean. No sé qué preguntas te puedes hacer, pero si les das la vuelta para verlas desde otro ángulo, lo que veas puede sorprenderte. Un poco de auto investigación es saludable y desata muchos nudos cargados de confusión para el que se investiga y para aquellos que le rodean.
Yo soy la fuerza de la vida y tú también
