La palabra que más usamos entre decisión e indecisión es “decisión”. Tiene sentido, ya que estamos tomando decisiones cada día desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Decisiones diminutas como: “¿qué voy a desayunar?” hasta las más grandes, como las que están tomando los políticos para terminar una guerra.
¿Qué decir sobre la indecisión? Indecisión es la dificultad para tomar decisiones, ya sea por miedo al error, exceso de opciones, falta de información o inseguridad personal. Puede generar ansiedad y frustración, especialmente cuando se prolonga y nos impide avanzar. Sin embargo, también puede ser una señal de que valoramos nuestras elecciones y queremos tomarlas con cuidado. Para superarla, es útil establecer prioridades, analizar riesgos sin exagerarlos y aceptar que ninguna decisión es perfecta. Al final, lo importante no es solo elegir, sino aprender de cada elección y seguir adelante.
¿Cuántos nos hemos quedado cortos en la indecisión? ¿Cuántos no le hemos dado la importancia que merece? ¿Cuántos nos escondemos en ella? ¿Cuántos la usamos como escudo de defensa? ¿Cuántos la observamos y somos conscientes de ella? Y tú, ¿dónde estás con tus indecisiones? ¿Las reconoces o las ignoras? Delante de ti hay un puente, ¿vas a pasar al otro lado del río o vas a continuar por el lado que estás? ¿Dónde está tu fuerza? ¿en la decisión o la indecisión? ¿Eres consciente?
