Observar es aprender. A todos nos gusta aprender, sentimos una sensación vibrante al hacerlo y nos creemos más sabios con lo que conseguimos. Cuando se trata de aprender sobre nosotros mismos, es otra cosa. Muchos pueden leer o escuchar y entender toda la información que reciben, pero ¿cuántos la practican? Pueden decir amén a mucho, sin embargo ¿de verdad entran en lo profundo de su ser? ¿A cuántos conoces que lo hagan? ¿Cuántos viven lo que aprenden? ¿Tú lo vives? ¿Tocas fondo? ¿Lo vibras? Todos podemos llegar con deseo y determinación. Sin miedos ni límites.

Yo Soy la fuerza de la vida y tú también.

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