En mi último blog hablaba de los muchos juegos que jugamos constantemente sin darnos cuenta. Muchos sabemos que estamos jugando al juego llamado vida, pero una cosa es saberlo y otra muy distinta es sentirlo: vivir el juego en consciencia. En el momento en que sientes conscientemente el juego, es como dar un salto inmenso sin saber exactamente dónde vas a caer. A algunos les dará miedo, pero otros se sentirán impulsados hacia un nuevo reto, que asumirán como un logro dentro del juego.
Me dirijo a aquellos a quienes pueda darles miedo. Si eso es lo que sentís, es necesario tomar la decisión de mover las piezas que quizá estén estancadas por el miedo. Limpiadlas, dadles brillo, para que podáis verlas con claridad. Eso os dará fuerza, confianza en vosotros mismos y el ánimo de jugar con más eficacia, para poder ver los resultados con más facilidad.
Si os preguntáis cómo hacerlo, solo tenéis que plantear la pregunta en vuestro ser interno, sin expectativas de una respuesta rápida. Puede que llegue pronto para algunos, pero no para todos. Recordad: la masa de la que estamos hechos es la misma, pero todos somos diferentes; y al ser únicos, también es única nuestra situación en todos los niveles en los que nos movemos. Lo importante es saber escuchar. Tal vez ya haya escrito sobre el tema de la escucha. Si no lo he hecho, lo haré en otro post.
Yo soy la fuente de la vida y tú también.
