En mi libro “Mi Despertar” hablo de la amistad. Tener un buen amigo es una bendición. Los amigos especiales son como ángeles que nos acompañan en el camino de la vida. Hablo de aquellos con los que te puedes sentar y no decir nada; sin embargo, es como si lo hubieras dicho todo. Ellos te han entendido. Tú te sientes relajado, descansado y comprendido. No has gastado energía, sino que la has incrementado.
Muchos no quieren esa responsabilidad y se niegan rotundamente a tenerla, aunque a veces la deseen. Otros, la toman en un estado inconsciente. No saben la profundidad que esa relación conlleva. Por eso, cuando encuentran dificultades abandonan ese camino y se van por otro que consideran mejor. Eso no es amistad, es compañerismo. Es como decir: “Ahora me apetece y me quedo; ahora no me apetece y me voy”. “Lo más cómodo para mí, los demás que se las arreglen”.
Hay muchas categorías de amistad. ¿Qué tipo de amigo eres tú? Vale la pena observarte y ver qué sentimientos resuenan en ti cada vez que traes a tu mente el nombre y la imagen de un amigo. ¿Cómo te sientes? No solo cuando todo va bien y os lo pasáis genial, sino cuando las cosas cambian y los amigos ya no pueden darte lo que te daban antes. ¿Qué pasa entonces? ¿Cómo te sientes? Sin embargo, tú sí que estás en condiciones de dar a tus amigos. ¿Das o te escondes? ¿Cómo das? ¿Sintiendo que le haces un favor? También puedes estar en el lado de necesitar recibir. ¿Cómo te sientes cuando tus amigos te evitan o no te llaman, o lo hacen para cumplir?
Los amigos verdaderos que muestran amor incondicional son raros. Son como joyas inaccesibles, difíciles de encontrar y de gran valor. ¿Qué es para ti la amistad?
Yo Soy la fuerza de la vida y tú también.
Los que tengáis preguntas, podéis hacérmelas abiertamente o en privado. Siempre que pueda contestaré. Los que estáis en las redes sociales dadle al “me gusta”. No sabes a cuántos puedes ayudar. (Ya sé que hay muchos que no estáis en las redes sociales).